Utilizaba veneno rodenticida, un método no selectivo de caza usado ilícitamente en campo abierto, que causó la muerte a varias rapaces y conejos
La investigación se inició gracias a la colaboración ciudadana
Se le ha instruido diligencias como presunto autor de delito contra la flora y la fauna
La Guardia Civil de la Región de Murcia ha desarrollado en Mula la operación 'Venum', para esclarecer unos hechos relacionados con el uso indebido de venenos, que ha culminado con la identificación, localización e investigación del encargado de una finca, como presunto autor de delito contra la flora y la fauna.
Durante la operación, los guardias civiles tomaron diversas muestras de pastillas de veneno distribuidas por la finca, se han incautado de una veintena de kilogramos de veneno rodenticida y se han detectado los cuerpos sin vida de varias rapaces y conejos, al parecer, muertos por el uso de este tipo de veneno no selectivo.
Los hechos se remontan a finales del pasado mes de septiembre, cuando un senderista, que practicaba deporte en una zona de campo próxima a una explotación agrícola del municipio muleño, halló un conejo que llamó su atención porque se movía de forma extraña. El senderista comprobó que al acercarse el conejo no se movía y que podía incluso tocarlo sin ofrecer ninguna resistencia ni huir.
Al observarlo con mayor detenimiento comprobó que el animal estaba agonizando. Tras llegar a la conclusión de que estos hechos no eran normales, el senderista miró a su alrededor y observó que, entre los árboles, en este caso olivos, había diversas pastillas que parecían de veneno, por lo que avisó a la Benemérita de los hechos detectados.
Gracias a la colaboración ciudadana, cuando recibieron la información, los especialistas del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Benemérita Recibida abrieron la correspondiente investigación para verificar los hechos y, en su caso esclarecerlos.
Los guardias civiles llevaron a cabo las primeras pesquisas en la finca afectada, en la que se realizaron varios dispositivos de seguimiento y vigilancia. Poco después se practicó la correspondiente inspección en la explotación agrícola, en la que ya se detectó la existencia de varias pastillasde veneno rodenticida que se encontraban dispuestas en el medio natural sin ningún tipo de control en su colocación, que fueron muestreadas y retiradas del terreno para su posterior análisis por el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de El Valle.
Además, en la inspección, los guardias civiles también hallaron dos cadáveres de rapaces en un estado avanzado de descomposición y la piel de otro conejo, que podría corresponder con el que encontró el senderista agonizando.
En el transcurso de la inspección, los especialistas del SEPRONA hallaron en una caseta de aperos de la finca una cerca de 20 kilogramos de rodenticida de iguales características al hallado repartido en la finca, que también fue muestreado y retirado para análisis y destrucción.
Fruto de la investigación, los guardias civiles comprobaron que se había usado veneno, siendo este un método no selectivo de caza, en el interior de la explotación agrícola sin las mínimas medidas de seguridad, unos hechos que podrían haber causado la muerte indiscriminada de la fauna autóctona.
Antes de finalizar la inspección, los investigadores comprobaron que la valla perimetral de la parte posterior de la finca tenía como máximo 50 cm de altura y que estaba situada a unos 100 metros del casco urbano, con proximidad a colegios y viviendas, lo que aumentaba el riesgo de intoxicación no solo para animales sino también para personas.
Una vez obtenidos todos los indicios necesarios, la Guardia Civil ha investigado al encargado de la explotación agrícola, al que se le ha instruido diligencias como presunto autor de delito contra la flora y la fauna.