25 alumnos de diferentes universidades españolas y extranjeras, coordinados por la Universidad de Murcia, han trabajado en la excavación
El consejero de Educación, Cultura y Universidades, Pedro Antonio Sánchez, acompañado por el alcalde de Mula, José Iborra, y la directora general de Bienes Culturales, María Comas, visitaron hoy el yacimiento arqueológico de la villa romana de Los Villaricos.
En esta nueva campaña de excavaciones, organizada por el Ayuntamiento de Mula, la Universidad de Murcia y la Fundación Cajamurcia, han participado un total de 25 alumnos de diferentes universidades españolas y extranjeras que han sido dirigidos y coordinados por los profesores Rafael González Fernández y Francisco Fernández Matallana, de la Universidad de Murcia, y por Jose Antonio Zapata Parra, arqueólogo municipal del Ayuntamiento de Mula.
La campaña de este año ha servido también para la formación de alumnos de Arqueología, pues se ha organizado un 'Curso de Introducción a la Arqueología de Campo' en colaboración con el Centro de Estudios del Próximo Oriente y la Antigüedad Tardía.
El consejero de Cultura declaró que "desde la Consejería queremos agradecer a todos los participantes en este proyecto, tanto profesores y Ayuntamiento como alumnos, por su esfuerzo, dedicación y entusiasmo en su trabajo, gracias al cual podemos poner en valor una parte de nuestra historia que nos habla de nosotros mismos, de nuestro pasado, y por tanto, de vital importancia para el conjunto de nuestra sociedad".
En este yacimiento se ha encontrado un gran 'torcularium' (almazara) para producir aceite que se ha identificado como la más grande documentada de la Hispania romana. Tiene unas dimensiones de 39 metros de largo por 17 de ancho, con un total de 663 metros cuadrados, donde se han hallado hasta ahora tres grandes naves dedicadas al prensado de la aceituna, con cinco prensas de viga, al área de accionamiento de las prensas, con cinco contrapesos y a la zona de decantación del aceite, con seis piletas y tinajas.
Precediendo las mismas, se han documentado dos nuevas estancias, la zona de molienda, con dos grandes molas olearias, así como el 'tabulatum' o zona de recepción de la aceituna. El hallazgo de esta nueva área productiva pone de manifiesto la gran producción y comercialización de aceite a la que se dedicaba la villa durante los siglos III-IV d.C.
Dada la importancia que estas excavaciones han supuesto, el consejero de Cultura concluyó que "desde la Consejería queremos, debemos, y está dentro de nuestras principales prioridades, preservar estos yacimientos, pues enriquecen aún más nuestro patrimonio cultural y nos tienden un puente hacia nuestro pasado que nos ayudará a conocernos mejor".